Este documento describe la misión de cada persona de convertirse en un conductor de las entidades divinas para que el mundo divino pueda verter sus riquezas en la Tierra. Los grandes maestros espirituales han logrado completar esta misión. Si solo nos enseñaran seres humanos limitados, no aprenderíamos mucho, pero los grandes maestros se han identificado con su naturaleza divina incorruptible y tratan de despertarla en otros. Solo lograremos alcanzar nuestra naturaleza divina cuando dejemos de calificar todo y permitamos que